12/5/09

XXIII


Long you live and high you fly
And smiles you'll give and tears you'll cry
And all you touch and all you see
Is all your life will ever be.
Breathe / Pink Floyd

Una vez más es un medio año más. Medio o total, qué más da. Y como el título informa, cada vuelta, es decir, cada año o medio o total, parece que nos/me acerca a ese contacto final con la estructura a la que, desde siempre, hemos estado unidos.

En un principio, bastante ligero, casi sin sentir ese objeto al que nos/me han anclado y que más bien se perfilaba como una base que nos/me sostenía y guardaba de cualquier injerencia extraña. Era como un “ángel-de-la-guarda-no-nos/me-desampares-ni-de-noche-ni-de-día” que protegía y rescataba desde la intolerante idea de ir a cenar y dejar a los amiguitos en el patio por la noche, hasta la ida con el autobús de la escuela y los más grandotes que acechaban pero no se atrevían.

Luego, se sentiría como una carga imposible, se estaba en desacuerdo brutal con todo y con todos, sin excepción. Despotricar contra esa cuestión tan abstracta que nos/me jalaba constantemente a la sensatez y la responsabilidad que se dibujaba en un horizonte cada vez más cercano, era irremediable. Parece ser que en mi caso, debe de dar vueltas, o se “aisló” y la tuerca no accionaba ese prodigio físico; sin embargo, seguí/amos en conexión perenne con la base.

Al final, parece ser que ese retraso voluntario al giro de la tuerca, al acercamiento, y por ende, contacto definitivo con la base se acerca. Debido a ese voluntarioso y necio deseo de detener el giro (movimiento perpetuo al fin que se renueva una y otra vez sin desgastarse), ha sido forzoso que en esta etapa la tuerca gire y gire, ya libremente, sin que exista ninguna intención/razón (objetiva o pulsional) para retardar el momento del contacto.

PS: Ni siquiera soy el perno unido indefectiblemente a la base; soy el espacio que deja la espiral en altorrelieve continua que atraviesa la pieza, y por donde la tuerca recorre con una similar hasta la conjunción final.

SE DECÍA ÚNICA Y LE SALIERON CINCO MÁS



Y quien dijera que la Innombrable, aquella perla rara adorada por muchos, fuera nada más que una hermana más de una camada de seis que han florecido –unas mejor y apañadas de riquezas; y otras, pues muy venidas a menos– o han llegado hasta el ostracismo latino a donde eran confinados los desleales y malqueridos.

Qué dirían ustedes de esta Quito en Leflore, Mississippi. Acaso una de las hermanas menos conocidas, y por otro lado más repudiada, haya marchado al norte en busca de días mejores; o posiblemente llegó no hace mucho, buscando el ya gastado sueño americano.

Hay otra más, junto y arriba a la anterior; está en Tipton, Tennessee y posible que haya casado con primo lejano del primero que se llevó (como se ha soslayado en el primer caso) y convive allí desde tiempo ha.

Ya mediando esta latinidad a la que hacía referencia en algún Informe, debo decir que otra Quito, más joven y aventurera, llena de sangre mezclada y aceptada, conviva en las costas míticas y pacíficas del Panamá. Se debería por lo menos intentar cierto acercamiento con una hermana que se encuentra cerca; tal vez esa misma aceptación de su origen, sea que la haya alejado definitivamente de las otras, más altivas de su origen y estirpe.

Las dos últimas, una en Cundinamarca y la otra en Ayacucho, son vecinas de la susodicha única en el mundo. De la primera podríamos decir que se encontrará en alguna parte del departamento ya nombrado, y que se divide en 15 provincias; además, el distrito de capital, es decir, Santa Fe de Bogotá se encuentra en el mismo espacio que esta chica perdida. Uno de los municipios que forman parte, políticamente, se llama Madrid; así que, sin ir más lejos, si hay un Madrid, por qué no una Quito entre tanta desconocida.

Ayacucho es todo un nido de arte y cultura colonial; que sea tan estimado y turístico, dista mucho de una efectiva información acerca de la menor de las Quito. De todos modos, vista una, conocidas todas, ¿qué me dicen? Posiblemente sea que como ésta es capital del Paisito, pues que se localiza en esa esfera tan pública y da mucho siempre de qué hablar; y sin desmerecer, por cierto, que este año está de aniversario grande o Rund-geburtstag como dicen los alemanes a esas décadas completas que se celebran por todo lo alto. En definitiva, que esta famosa perra (por permitir que entre cualquiera con tal que pague tasa) cumplirá 200; entonces, ¡qué viva ese Bicentenario! joder.