Entre Basilea (timbres) y Bruselas (alcantarillado), hay objetos que se pasan por alto; unos cigarrillos en Buenos Aires,
una figura sobre la puerta de una iglesia; o, recordando el texto
acerca de Julio Jaramillo de Fernando Artieda, en la parte precisa de
"...las putas sacaban monedas de a sucre de sus caucheras trasnochadas y
las metían en las ranuras de las Wurlitzer para escuchar...". Claro, ésta no suena.
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