3: Traje
de corte moderno, elegante y material anti-arrugas para viajar; perfecto para
ocasiones casuales y formales.
Aproveché uno de los feriados largos para ir a Suiza,
para ver viejos recuerdos y para desecharlos definitivamente. Además, visité la
tumba de Borges que está en Ginebra, y no con hielo!! purito nomás!! Está
enterrado en el Cimetière de Plainpalais
en la Rue des Rois (para aquellos
incultos que ni siquiera han pasado junto a la Alliance Française en la Eloy Alfaro en Quito o leído a algún
francés, diría Rimbaud, Proust, etc.): la calle es Calle de los Reyes. Está
bonito el lugar con muchas tumbas viejas y de algunos conocidos o de ilustres
desconocidos o también porque les tocó ahí y ya. Además de Borges, se puede
encontrar a Calvino (reformador suizo como Lutero en Alemania), una hija muy
pequeña de Dostoyevski, otro argentino llamado Alberto Ginastera, Jean Piaget,
etc. También hay tumbas sin nombre pero que tienen el símbolo de los Francmasones;
era por las razones que aquellas personas fueron perseguidas en su época por
ser diferentes, talvez. Bueno, lo gracioso de la cosa es que llegué a Ginebra
con la sola idea de ver la tumba de Borges pero sin ninguna idea de dónde
estaba, dónde preguntar. Debido a la honestidad de los suizos, me acerqué el
domingo, lluvioso, gris y frío, que llegué a la oficina de turismo que estaba
cerrada pero afuera, en la puerta, encontré un mapa muy informativo de la
cuidad, el cual me permitió llegar en primer lugar al Youth Hostelling (cuarto
individual con baño, safe en al
habitación; desayuno totalmente restringido: café, 2 panes!! y mermelada, 30
euros, caro pero decente y caliente). Más tarde, y al calor de un Renversé, que es lo mismo que un Caffé au lait pero que parece que a los
suizos no les agrada parecerse a nadie y lo llaman así para diferenciarse de
los franceses, encontré en el mapa algo parecido a un camposanto y eché pié
hacia allá. Otra vez la gentileza, la oficina estaba cerrada pero había una
guía del cementerio y la miré muy rápido, de pronto miré que en el número G
735 estaba, en verdad, sepultado JLB!! Me dirigí velozmente y encontré a
una parejita sentada en una banca frente a la tumba. Así que me di unas
vueltitas pero no se iban. Ni modo. Me acerqué y le di vueltas y la toqué y me
robé una florecita, y no roquera!!, y me quedé en blanco por un momento largo y
luego visité algunas más de las que se contaba algo en el catálogo. Cuando
quise salir, miré al chico que se encaramaba al muro y trataba de ayudar a su
novia o amiga a que hiciese lo mismo; creo que ella se avergonzó un poco por mi
presencia y me fui a al puerta por donde entré para salir tranquilo pero
también estaba cerrada. Tuve que hacer lo mismo que aquellos y ya en la calle
llegó un coche de la policía muy despacito y paró en la puerta, quizás para
controlar que todo estuviese en orden. En los 4 días suizos visité Basel
(Basilea), Bern (Berna), Lausanne, Genevé (Ginebra) y Zurich. En la última no
pude ir al cementerio donde están James Joyce y Elías Canetti por el tiempo;
sin embargo, regresé al pueblillo donde estuve con Marcelo, un amigo, en casa
de un tipo que ya se murió y se llamaba Martin. Todo estaba muy cambiado pero
me recorrió una nostalgia un poco tonta de aquellos tiempos al ver esos lugares
una vez más, y la última.
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