16/9/08

VI





 
 
 
 
 
 
 
3: Traje de corte moderno, elegante y material anti-arrugas para viajar; perfecto para ocasiones casuales y formales.
Aproveché uno de los feriados largos para ir a Suiza, para ver viejos recuerdos y para desecharlos definitivamente. Además, visité la tumba de Borges que está en Ginebra, y no con hielo!! purito nomás!! Está enterrado en el Cimetière de Plainpalais en la Rue des Rois (para aquellos incultos que ni siquiera han pasado junto a la Alliance Française en la Eloy Alfaro en Quito o leído a algún francés, diría Rimbaud, Proust, etc.): la calle es Calle de los Reyes. Está bonito el lugar con muchas tumbas viejas y de algunos conocidos o de ilustres desconocidos o también porque les tocó ahí y ya. Además de Borges, se puede encontrar a Calvino (reformador suizo como Lutero en Alemania), una hija muy pequeña de Dostoyevski, otro argentino llamado Alberto Ginastera, Jean Piaget, etc. También hay tumbas sin nombre pero que tienen el símbolo de los Francmasones; era por las razones que aquellas personas fueron perseguidas en su época por ser diferentes, talvez. Bueno, lo gracioso de la cosa es que llegué a Ginebra con la sola idea de ver la tumba de Borges pero sin ninguna idea de dónde estaba, dónde preguntar. Debido a la honestidad de los suizos, me acerqué el domingo, lluvioso, gris y frío, que llegué a la oficina de turismo que estaba cerrada pero afuera, en la puerta, encontré un mapa muy informativo de la cuidad, el cual me permitió llegar en primer lugar al Youth Hostelling (cuarto individual con baño, safe en al habitación; desayuno totalmente restringido: café, 2 panes!! y mermelada, 30 euros, caro pero decente y caliente). Más tarde, y al calor de un Renversé, que es lo mismo que un Caffé au lait pero que parece que a los suizos no les agrada parecerse a nadie y lo llaman así para diferenciarse de los franceses, encontré en el mapa algo parecido a un camposanto y eché pié hacia allá. Otra vez la gentileza, la oficina estaba cerrada pero había una guía del cementerio y la miré muy rápido, de pronto miré que en el número G 735 estaba, en verdad, sepultado JLB!! Me dirigí velozmente y encontré a una parejita sentada en una banca frente a la tumba. Así que me di unas vueltitas pero no se iban. Ni modo. Me acerqué y le di vueltas y la toqué y me robé una florecita, y no roquera!!, y me quedé en blanco por un momento largo y luego visité algunas más de las que se contaba algo en el catálogo. Cuando quise salir, miré al chico que se encaramaba al muro y trataba de ayudar a su novia o amiga a que hiciese lo mismo; creo que ella se avergonzó un poco por mi presencia y me fui a al puerta por donde entré para salir tranquilo pero también estaba cerrada. Tuve que hacer lo mismo que aquellos y ya en la calle llegó un coche de la policía muy despacito y paró en la puerta, quizás para controlar que todo estuviese en orden. En los 4 días suizos visité Basel (Basilea), Bern (Berna), Lausanne, Genevé (Ginebra) y Zurich. En la última no pude ir al cementerio donde están James Joyce y Elías Canetti por el tiempo; sin embargo, regresé al pueblillo donde estuve con Marcelo, un amigo, en casa de un tipo que ya se murió y se llamaba Martin. Todo estaba muy cambiado pero me recorrió una nostalgia un poco tonta de aquellos tiempos al ver esos lugares una vez más, y la última.

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