16/9/08

XVIII



Las celebraciones empezaron a “verdear” ya desde la mañana misma de aquel lunes, y no se detuvo hasta bien entrada la noche ventosa pero clarísima de NYC. Como lo habíamos leído en algún seminarillo Miriamchesco, las hordas pseudo dioni-patricescas (no patricias porque la mayoría de sus adoradores/as son parte del conglomerado medio y bajo) pululaban dando bandazos por las calles de los distritos diferentes (pienso que así fue, aunque no podría dar cuenta de otros distritos y mi experiencia y observación se remiten al Upper East Side solamente) y al unísono proferían casi aullidos que posiblemente eran arengas en otros dialectos, algo parecido, si se me permite tal osadía, al gaélico, pero no lo puedo asegurar.
Como decía mi relación, deambulaban los seguidores de este Patricio, pintarrajeados, decorados y ataviados de vivos colores, entre ellos el verde y sus combinaciones parecían ser su favorito, por doquier, y cuando una puerta de bar se abría, pues a ella se abalanzaban los mismos/as y empezaban a consumir gran cantidad de cervezas, sea cualquiera que les llegase más rápidamente a las manos como garfios, ya sin distinguir si eran pales, ales, negras, Guiness o la bastarda Bud y la reconocida Heineken.

No hay comentarios: